Entérate de cómo una Oficina Virtual puede ser Domicilio Fiscal

Oficina Virtual puede ser Domicilio Fiscal

Avant Company es una empresa de capacitación en recursos humanos liderada por Jorge Carrillo, a quien si años atrás le hubieran dicho que tendría a todos sus colaboradores trabajando de manera remota o en el llamado home office, no lo habría creído. Menos que pasaría a las filas de pymes, emprendedores y profesionistas o empresas que trabajan desde casa y requieren los servicios de una oficina virtual al encontrar grandes beneficios en laborar así.

Y no es para menos, pues una oficina virtual le permite a Jorge seguir los giros legales y económicos de su empresa dentro de la ley en México, pues una oficina virtual no solo oferta instalaciones para reuniones o capacitaciones, también ofrece el servicio de domicilio fiscal.

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A raíz de la pandemia del Covid-19, Jorge y sus colaboradores se vieron lanzados a un abismo de incertidumbres como otras pequeñas y medianas empresas. Se trataba de adaptarse o morir, junto a una economía nacional siendo abatida. Por lo que el home office fue la mejor forma de continuar laborando de manera segura para todos y bajo el permiso del gobierno.

Y mientras las semanas de confinamiento se fueron volviendo meses, Jorge y el departamento de contabilidad y finanzas notaron cambios muy significativos en los ingresos y egresos de la empresa, pues se redujeron costos al no tener que rentar ya un inmueble de manera fija y por un alto costo, disponer de ciertos insumos y servicios, así como una comunicación más fluida con los clientes respecto a los pagos por los servicios y productos otorgados. 

En el caso de ventas, se dieron cuenta de la importancia de la imagen pública y el aumento del tráfico digital con ahora más personas pasando el tiempo dentro de las redes sociales, por lo que parte de los gastos habituales fueron dirigidos hacia marketing y publicidad. Y qué decir del departamento de recursos humanos, quienes notaron una mayor productividad en el personal al permanecer dentro de sus casas, administrando su tiempo de un modo más centrado hacia el cumplimiento de metas por día.

Así, Jorge descubrió las bondades del home office y sigue gozando de ellas actualmente, ya que al reactivarse los negocios no esenciales, su empresa no regresó a la oficina donde estaban. Los cambios lo hicieron tomar la decisión de quedarse trabajando así de manera permanente.

Esta forma de trabajo no es problema, en cuanto a las actividades que realiza y reporta la empresa, debido a que la renta de una oficina virtual le ha permitido seguir dentro de la ley con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Todos los avisos legales y fiscales hacia la empresa se dirigen a la dirección fiscal de la oficina virtual que contrató. Puede acceder de manera fácil y económica a este servicio a través de una oficina virtual con un pago mínimo.

Si bien prescinde de una oficina ordinaria, es importante para su negocio contar con un domicilio fiscal. De este modo, su empresa no figura como una “empresa fantasma”, evita malas prácticas fuera de la ley, proyecta profesionalismo con los clientes, puede emitir facturas, concursar en convocatorias públicas y privadas por fondos monetarios, participar como pyme en programas y garantizar servicios de salud y vivienda a sus colaboradores.

Si como Jorge, tuviste la experiencia de pasar del trabajo en una oficina tradicional a una dentro de la casa y requieres de una oficina virtual como domicilio fiscal, entonces, debes considerar hacer el cambio de domicilio en el RFC  de tu empresa.

El cambio puedes realizarlo en línea o de manera presencial en las oficinas del SAT.

Los documentos que obtienes al hacer este trámite son 4 opciones, que varían según los resultados de los trámites que hiciste. Si no lo realizas bien, puede que tengas que repetir el proceso nuevamente.

De acuerdo con el sitio del SAT, los documentos que puedes obtener son la actualización o cambios de situación fiscal; acuse de movimientos de actualización de situación fiscal, acuse de presentación inconclusa de solicitud de inscripción o aviso de actualización al RFC; y acuse de movimientos de actualización de situación fiscal (No terminado).

La elección de la oficina virtual y por sobre todo un Domicilio Fiscal, debe tomarse con seriedad, pues tiene que tratarse de una empresa que cumple con el pago de impuestos y declaraciones anuales, pues de no ser así, las autoridades podrán ejecutar sus cobros de manera digital, con embargo de cuentas o cancelación de sellos digitales.

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